Hábitos y Habilidades Básicas Para Trabajar en Equipo
Un sistema de engaño mutuo
El candidato quiere dar una buena cara y aparecer como jugador de equipo. Quiere engañar, porque no lo es. El entrevistador se autoengaña porque la pregunta es obligada, pero en realidad no ha hecho nada, en el departamento de Capital Humano, para propiciar el trabajar en equipo. ¡Cuáles son los parámetros a identificar para saber si el candidato es un jugador de equipo o un solitario?
Continuación del artículo Trabajar en Equipo
Entrevistador: “¿Es usted un jugador en equipo?”
Entrevistado: “Sí, siempre pongo los intereses del grupo antes de los míos”
Entrevistador: “Bien. Eso queremos. ¿Puede darme un ejemplo?”
Entrevistado: “Por supuesto. Una vez teníamos que entregar un proyecto muy importante con una fecha límite y, típicamente, yo hice casi todo. Mi secretaria participó en la mecanografía, y todo fue entregado a tiempo, aunque tuve que trabajar muchas más horas y salir tarde de la oficina. Pero no me importó. Siempre he sido así, sacrificado y entregado. El caso es que lo hice a tiempo y, sinceramente, muy perfeccionado. El jefe quedó super impresionado y nos felicitó a todos los del equipo. Aunque, creo que, por el estilo del trabajo, él se dio cuenta de quién trabajó y quién se hizo tonto. Ese tipo de empleado soy, siempre fiel al equipo.”
Entrevistador: “Entonces, ¿Por qué ha dejado el trabajo?”
Entrevistado: “Porque mis compañeros me odiaban y llevaron chismes al jefe. Él no tuvo muchas opciones, eran todos ellos o yo, y me tocó la de perder.”
Entrevistador: “¿Y qué pasó con la lealtad de equipo?”
Entrevistado: “Eso es lo que yo digo. Con gente así, mejor buscar otras oportunidades.”
Diálogos como este se repiten una y otra vez. Los “jugadores de equipo” muchas veces son, en realidad, personas a las que les cuesta reconocer los méritos de otros y, en consecuencia, se ven impedidos a trabajar coordinadamente. Eso lo sabe, en este caso, el entrevistador (quien, probablemente, sea otro caso de “jugador de equipo” que busca reconocimientos individuales). Como no hay más, el “jugador de equipo” es contratado y el ciclo se repite.
Pero entonces. ¿Cómo medir, cómo profundizar en las características de candidatos y cómo presagiar, en alguna medida, el éxito o el fracaso que tendrán al trabajar con los demás?

Foto por Josh Calabrese en Unsplash
Hay numerosos hábitos y habilidades necesarias para trabajar en equipo. Si esos hábitos son desarrollados al principio de la carrera profesional, aumentarán las oportunidades de conseguir mayor salario y habrá más oportunidades de liderazgo a través de tu experiencia en la vida. Con la buena costumbre de las grandes empresas de contratar internamente y desarrollar al personal ofreciéndoles más desafíos y responsabilidades, estas cosas han cobrado más importancia que nunca.
Mucho de esto parecerá obvio, pero si así fuera para tod@s, yo no necesitaría destacarlas, ¿verdad? De todas formas, toma nota: Esta no es una lista exhaustiva de las habilidades y los hábitos necesarios para el éxito, pero son una buena forma de comenzar a destacarlas. Como podrás observar, muchas de estas sugerencias no conllevan un esfuerzo más allá que el recordarlas. No te preocupes: no tendrás que cambiar todo tu estilo de vida y de ejercicio profesional.
Por separado, estas cosas podrán parecer nimias, pero cuando se carece de varias de ellas, puede surgir un problema mayor. Realmente podría significar la diferencia entre conservar un empleo o ser despedid@. Y en la economía actual, con el nivel de competencia cada vez mayor, la lista y su ejercicio puede ser un verdadero salvavidas.
Para Trabajar en Equipo, Asume la Responsabilidad
Yo te lo juro que yo no fui.
¡Cuantas veces te habrás enfrentado a “Yo no tuve la culpa”! Si las cosas fallan, si no se obtiene el resultado esperado, los responsables desaparecen.
“El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano”.
Una de las verdades más evidentes parece escapar a la visión actual: Nadie es perfect@. Cuando te equivocas y afirmas que no es tu culpa, no solamente mientes, sino que también gritas: “¡Nunca tuve el control de la situación!”
Al asumir la responsabilidad podrás observar dos cosas.
- En primer lugar, tus compañer@s estarán en disposición de ayudar a corregir el problema y finalmente lograr el resultado.
- En segundo término, estos mismos individuos estarán más seguros y confortables a tu alrededor, sabiendo que nunca tratarás de eludir la culpa y echarla a otra persona. Todos queremos trabajar junto a una persona que se rige por la honestidad.
Para Trabajar en Equipo, Una Mente Abierta
En el otro extremo del espectro, hay ocasiones, no podemos dudarlo, en las que sabemos que tenemos la razón y que estamos 100% en lo correcto. Esta condición es particularmente frecuente cuando ya estás, porque lo has ganado, en una posición directiva. ¿Por qué razón? Porque tu experiencia y buen sentido te han llevado a mejores posiciones y por esa razón has probado estar en lo correcto con más frecuencia que los demás. Eso, a quererlo o no, te cierra la mente y te hace rechazar puntos de vista alternativos diferentes del tuyo. En esa instancia te vas convirtiendo en alguien que no está abiert@ a las ideas nuevas y eres percibid@ como una persona “perfecta” que nunca se equivoca y todo lo sabe. Desde este punto, todo lo que sigue es cuesta abajo.
¿Eres una persona perfecta que “nunca” se equivoca y todo lo sabe?
Mostrar humildad no solamente es virtuoso; es también un signo de inteligencia y productividad. Cuando de verdad estás empeñad@ en encontrar la mejor solución de cada caso, propicias el pensamiento alternativo, el pensar y actuar en equipo y desarrollar un proceso altamente eficiente para resolver problemas. De esa forma, las grandes ideas surgen con más frecuencia y mayor velocidad.
Para Trabajar en Equipo, Cumple tus Compromisos
Un(a) emplead@, soci@, asociad@, consultor(a) o coach que cumple sus promesas y entrega los proyectos a tiempo aún cuando surge algo inesperado, es un tesoro que será referid@, recomendad@ y premiad@.
Eso te lleva a dos prácticas recomendables:
- asume compromisos con un tiempo de holgura para tener un “colchón” que te permita siempre estar a tiempo y
- conviértete en el jugador de equipo más confiable que puede haber: quien cumple compromisos. De esa forma nunca decepcionarás a jefes, empleadores, compañer@s o colegas.
Recorre el kilómetro adicional. Siempre da seguimiento a las cosas, siempre cuida los detalles. Esto te da dos resultados.
- Uno, refuerza y solidifica las relaciones en el lugar de trabajo y
- Dos, te da retroinformación positiva cuando se trata de evaluar tu desempeño.
Para Trabajar en Equipo, Ten una Higiene Apropiada y Más Allá

Foto por Thomas Iversen en Unsplash
¿De verdad, Carlos? ¿Tienes que hacer ese tipo de recomendaciones, por lo demás, obvias?
Sí. Cuando se trata de hacer equipo y trabajar con otras personas, la higiene personal es importantísima. Nadie quiere estar cerca de alguien que huele mal o que parece haber dormido con esa ropa puesta. No te tienes que vestir como los ricos y famosos o ser un manequí de ropa de marca. Se reduce a la ducha diaria y a presentarte con una apariencia y un aroma presentables.
Nadie quiere trabajar con alguien que huele mal o lleva la ropa de ayer
Aún si tienes un presupuesto apretado y tu ropa es modesta, asegura que esté siempre limpia y planchada. Como se dice, el garbo con el que llevas el atuendo tiene un gran impacto en tu apariencia.
Para Trabajar en Equipo, Deja El Teléfono

Foto por Pongsawat Pasom en Unsplash
Este hábito, debo confesar, acabó con una amistad que yo tenía con una persona que, por lo demás, es inteligente y culto. Acostumbrábamos reunirnos y, con un café, charlar de manera productiva intercambiando opiniones sobre asuntos profesionales y de negocios.
Pero su hábito se había convertido en algo más allá de su control. Era pavloviano. En el momento que yo hablaba, alcanzaba su teléfono y se ponía a revisar mensajes, las redes sociales, su correo. Lo toleré por algunos meses hasta que se lo reclamé. Su respuesta no deja de ser sorprendente; “Es algo que me sucede, no tiene que ver contigo. Me siento obligado a mirar mi teléfono, pero no creas que no te estoy escuchando.”
Ahora escucha Spotify, porque mi reacción, tal vez exagerada, era natural y preferí dejar esas reuniones. Si mi interlocutor(a) no me mira a los ojos y escucha de manera activa, prefiero dirigirme a otr@s.
Algo se ha perdido y tal vez esta recomendación sea inoportuna y tardía, pero hay pocas cosas que producen más rechazo y reacciones adversas que la gente se ponga a revisar su teléfono mientras tú hablas. Hoy en día no solamente revisan con gran interés su dispositivo, sino que se atreven a textear (¿Así se dice?) cuando te estás dirigiendo a ell@s. Es rudo, descortés y evidencia de una educación (es un decir) de palurdos.
Si tú necesitas el teléfono para trabajar, se justifica que lo atiendas a cada momento, pero si no, apágalo mientras interactúas con otras personas. ¡No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti!
Para Trabajar en Equipo, Reparte el Crédito
Cuando es el caso, compartir el mérito de un logro con colegas y/o compañer@s es un signo evidente de tu capacidad para trabajar bien con los demás. No solamente hará que seas más simpátic@ ante tus colegas, sino que también te ganarás un alto grado de respeto.
Por otra parte, si no compartes el mérito cuando sea indicado, ganarás una reputación de egoísta y chapucer@, robando créditos que no te corresponden para sobresalir. Si te sales con la tuya sin quejas de l@s compañer@s, no pierdas el tiempo en celebraciones porque normalmente la verdad aparecerá y puedes formar parte de las filas de desempleados antes de que te des cuenta.
Para Trabajar en Equipo, ¡No Interrumpas!
¿Alguna vez has estado en medio de una conversación, hablando a un grupo o a una persona y te interrumpen con frecuencia? —¡Es un dolor de cuello! Por esa razón, nunca seas el (la) interruptor(a). Si tienes una gran idea que no puede esperar a divulgarse, espera. Respira profundo y relájate. Llegará el momento de compartir tus pensamientos.
Aquí está un secreto: Hay personas que no se impresionan cuando hablas, aunque des una idea fantástica. Esta gente prefiere hablar de sí misma.
Entonces, cuando les permitas ser primeros en hablar, te amarán. Después de ello, podrían estar más receptiv@s a tus ideas, pero si no lo están ¡Jamás lo hubiesen estado!
Para Trabajar en Equipo, Sonríe
La sonrisa es mágica. El puro hecho de sonreír es calificado como el gesto personal más poderoso. La ciencia respalda el hecho de que las personas que sonríen con frecuencia no solamente son más felices sino también más exitos@s. No solo eso: sonreír no te cuesta un solo centavo. Es gratis y también muy interesante observar cómo el mundo (o por lo menos las personas que trabajan contigo) te devuelven la sonrisa.
Hay una práctica que a mí me parece muy interesante, cuando se trata de personas dedicadas a la actividad de servicio a clientes vía teléfono. Consiste en colocar junto al auricular, un pequeño espejo. De esa forma, l@s agentes pueden asegurar que estarán sonriendo cuando hablan con los clientes. Aunque no lo creas, la persona del otro lado de la línea puede “escuchar” la sonrisa en la voz del agente. Esto hace que la interacción entre las dos sea mucho más placentera y como resultado más satisfacción de la clientela… y más ventas.
Para Trabajar en Equipo, Utiliza Recursos
La habilidad de trabajar bien en equipo muchas veces está ligada al buen uso de recursos. Dependiendo de tu labor específica, las empresas pueden ofrecer estas ayudas que pueden ser formidables.
Estos recursos pueden ser seminarios, sesiones de capacitación, programas de acondicionamiento físico, aporte y entrenamiento en el uso de equipo de seguridad, coach familiar o de vida, o de salud mental. Si encuentras un recurso de esa naturaleza y crees que podría ser de utilidad en tu empresa, no dudes el compartirlo con tu jef@ o líder.
Uno nunca sabe los beneficios que puede causar al grupo una iniciativa de ese tipo y además los buenos efectos que a ti te pudiera redituar una moción así. Esas son las cosas que pueden contribuir al éxito de tu empresa.
Cuidado Con el Ruido
La música en el lugar de trabajo es un problema no resuelto. Hay empresas que permiten que cada empleado decida lo que puede o quiere escuchar mientras que otras prohíben cualquier tipo de música. Hay empresas que tienen un sonido ambiental en las oficinas, pero, en todo caso, si tienes la intención de ser un miembro proactivo de un equipo de trabajo, no seas un(a) máquina de hacer ruido. Si te lo permiten y tu trabajo no se ve afectado, usa audífonos y mantenlos en un nivel adecuado.
No todo el mundo comparte tus gustos en materia musical y si tus compañer@s no disfrutan lo que tú acostumbras escuchar, puedes convertirte en una tortura.
El momento para el ruido es después del trabajo.
A menos, claro, que seas parte de una banda de rock o tu negocio sea la música.
Para Trabajar en Equipo, Respeta Los Límites
¿Cómo es el espacio físico de tu trabajo? —Si posees una gran oficina para ti sol@, con vista al perfil de rascacielos en Manhattan, en Sao Paulo, Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile o Ciudad de México, esta recomendación puede ser ociosa. Pero, si compartes espacio con tus colegas en un cubículo, una oficina abierta, un vehículo o una maquinaria industrial, asegúrate de respetar los límites físicos y, por supuesto, anima a tus compañer@s a hacer lo mismo.
No hagas ni recibas llamadas telefónicas (ni mensajes de texto) sobre temas no relacionados con el trabajo si las personas junto a ti están concentradas en sus labores. No divulgues demasiada (aquí, la clave es “demasiada”. Para un@s demasiado es cualquier cosa, para otr@s, no hay “demasiado” incluyendo costumbres, escenas, hábitos y relaciones personales, sociales, íntimas, etc.) información personal.
Estos límites varían de persona a persona, así que si no estás segur@ si tu conducta podría molestar o ser mal utilizada por tus compañer@s, hay dos reglas que te pueden ayudar: preguntar es una de ellas.
La otra regla es menos es mejor. El silencio es mejor que la locuacidad y no pasar información no solicitada es mejor que divulgarla.
Para Trabajar en Equipo, Aprende a Dejar Ir
Si alguna vez tuviste una discusión con un(a) compañer@, puede ser difícil restablecer la relación al estado anterior, en donde pudieran trabajar junt@s con efectividad. Pero si la disputa ha sido resuelta, lo mejor es continuar hacia adelante y concentrarse en el trabajo. Claro que la otra persona tendrá que hacer lo mismo y continuar también en lo siguiente.
Pero, si por cualquier motivo (y lamentablemente es el caso más frecuente), la persona sigue con los remanentes de aquella disputa, mira si es posible tener una charla al respecto. Una conversación madura podría traer a la luz los motivos por los que no están satisfech@s con la conclusión de la querella y podría también darte otra oportunidad de arreglar el asunto. También, por supuesto, podría presentarse la nueva versión del pleito y volver a encender un fuego más difícil de apagar y aquí es donde puedes mostrar virtudes de generosidad, comprensión y humildad que pudieran producir frutos extraordinarios.
Si los problemas entre ustedes dos persisten, pudiera ser necesaria la intervención de tercer@s y en su caso, de l@s supervisor@s o jef@s.